REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La guerra entre Johnny Depp y Amber Heard está lejos de acabarse. Después de su mediático divorcio en 2016 la expareja continúa lanzándose acusaciones el uno al otro. Y el último giro inesperado de esta historia lo ha protagonizado el actor, al asegurar que fue él la víctima de maltrato en su matrimonio.

Así lo ha declarado ante el juez por la demanda en la que le reclama a su exmujer 50 millones de dólares por difamación.

“Mientras combinaba las anfetaminas recetadas y las drogas no recetadas con alcohol, la señora Heard cometió multitud de actos de violencia doméstica contra mí, que en algunos casos me causaron daños corporales graves”, dijo el protagonista de Piratas del Caribe según recogen los documentos a los que ha tenido acceso la revista People.

Además, se ha defendido de las acusaciones que hizo Amber Heard sobre las supuestas agresiones que recibió hace unas semanas, alegando que se pintó los moratones. “Fue al juzgado con moratones pintados que los testigos y las cámaras de vigilancia demostraron que no tenía la semana anterior. Seguiré negándolo el resto de mi vida. Nunca agredí a la señora Heard ni a ninguna otra mujer”, dijo.

En cuanto a los supuestos malos tratos que habría recibido por parte de la actriz, el también músico no se dejó nada en el tintero y la acusó de golpearle, darle puñetazos y patadas. “También me lanzó en varias ocasiones objetos a la cabeza y al cuerpo, como botellas, latas, velas encendidas o mandos a distancia. Temí perder mi dedo, mi brazo y mi vida”, señaló.

La defensa de la actriz no se ha quedado de brazos cruzados después de las declaraciones de Depp ante el juez y ha emitido un comunicado desmintiéndole: “Los intentos cada vez más desesperados del señor Depp para recuperar su carrera iniciando un litigio sin fundamento contra tantas personas que una vez estuvieron cerca de él no engañan a nadie”.

Definitivamente, ambos están muy lejos de firmar la paz y sólo queda esperar para ver cómo termina historia.