Washington, 21 jul (Prensa Latina) El relevista panameño Mariano Rivera y el bateador designado puertorriqueño Edgar Martínez entraron al Salón de la Fama del béisbol estadounidense en Cooperstown, Nueva York, como reconocimiento a sus excelsas carreras.

Con ese paso, ahora son 12 exjugadores latinoamericanos y caribeños de las Grandes Ligas norteamericanas con una placa en el llamado Templo de los Inmortales.

Rivera, quien se convirtió en enero último en el primer elegido unánimemente a ese recinto por la Asociación de Escritores de Béisbol de América, es el segundo istmeño allí después del jugador de cuadro Rod Carew, quien ingresó en 1991.

Por su parte, Martínez representa el quinto boricua al unirse al jardinero Roberto Clemente (1973), el inicialista Orlando Cepeda (1999), el camarero Roberto Alomar (2011) y el receptor Iván Rodríguez (2017).

Víctima fatal de un accidente aéreo el 31 de diciembre de 1972, Clemente fue el primer pelotero latinoamericano en dicho espacio, y su caso constituye uno de los pocos en los cuales el comité de aceptación de Cooperstown no esperó los cinco años reglamentarios para el alta entre los famosos.

Junto a los mencionados de dicha región están los lanzadores Juan Marichal (1983) y Pedro Martínez (2015), y el custodio de los jardines Vladimir Guerrero (2018), todos dominicanos; el torpedero venezolano Luis Aparicio (1984); y el primera base cubano Anastasio 'Tany' Pérez (2000).

Seleccionados por el Comité Especial de las Ligas Negras, se incluyen también Martín Dihigo (1977), José de la Caridad Méndez (2006) y Cristóbal Torriente (2006), los tres de la mayor de las Antillas.

Durante la ceremonia de exaltación, nuevamente en función de cerrador, Rivera, quien lanzó sus 19 años (de 1995 a 2013) en el Big Show con el equipo Yankees de Nueva York, dedicó el logro a todos los aficionados latinoamericanos.

Esto es de ustedes, afirmó el mejor relevista de todos los tiempos en la Gran Carpa, con la inigualable marca de 652 juegos salvados, tras recalcar que a cualquier lugar donde iba trató siempre de dar lo mejor por su Panamá querida.

Asimismo agradeció la presencia en el acto del presidente panameño, Laurentino Cortizo, y de la leyenda del boxeo Roberto 'Manos de Piedra' Durán, y reconoció los valores inculcados por la familia y los amigos de su natal Puerto Caimito.

De la misma manera, Martínez ofreció gracias y envió un abrazo a su gente del municipio puertorriqueño de Dorado, específicamente del barrio de Maguayo, donde creció y fue beneficiado, según dijo, por la crianza de gente humilde.

Martínez jugó 18 años (de 1987 a 2004) con Marineros de Seattle, y tuvo un promedio de bateo de 312, con mil 219 carreras anotadas, mil 261 impulsadas, y dos mil 247 hits, incluidos 514 dobles y 309 jonrones.

Este domingo también ingresaron al Salón de la Fama los lanzadores norteamericanos Roy Halladay, fallecido, y Mike Mussina, escogidos junto a Rivera y Martínez, y el bateador designado Harold Baines y el cerrador Lee Smith, seleccionados en diciembre de 2018 por el Comité de Veteranos.