Santiago de Chile, 20 nov (Prensa Latina) Enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas policiales marcaron otra jornada de protestas en esta capital contra el modelo social existente en Chile, luego de 34 días de revuelta social.

Este viernes la comuna de Recoleta fue centro de enfrentamientos entre manifestantes y carabineros con un saldo de tres jóvenes lesionados, dos con perdigones y uno con impacto de bala, lo cual fue denunciado públicamente por el alcalde de esa municipalidad, Daniel Jadue.

El edil advirtió que esa represión se produce luego de que el jefe del cuerpo de Carabineros, general Mario Rozas, anunciara anoche la suspensión temporal del uso de esas 'armas disuasivas' tras las denuncias de su empleo excesivo por las fuerzas policiales contra los manifestantes con consecuencias letales en muchos casos.

Asimismo, en puntos de la Alameda, principal arteria de la urbe, se manifestaron cientos de empleados del sector público como parte de un paro de dos días convocado por los gremios del ramo en reclamo de respuestas del gobierno a un petitorio que entregaron hace meses sobre mejoras salariales y en las condiciones laborales.

En tanto, pasadas las 17:00, hora local, como es ya habitual, comenzaron a concentrarse cientos de personas en la plaza Baquedano, renombrada plaza de la Dignidad por los manifestantes.

En esta ocasión, el centro de la demostración fue una convocatoria para exigir la desaparición de las empresas aseguradores de fondos de pensiones (AFP), que durante décadas han lucrado con las contribuciones de millones de chilenos que, a cambio, reciben pensiones totalmente insuficientes para sufragar necesidades mínimas.

Con ese motivo el monumento al general Baquedano, en el centro de la explanada, fue cubierto con una gran tela amarilla, color con que se identifica el movimiento No más AFP, e igualmente muchos de los manifestantes vestían prendas de esa tonalidad.

Sin embargo, la concentración, totalmente pacífica, fue dispersada en varias ocasiones con el empleo de carros lanza agua y bombas lacrimógenas, repelidos por grupos de manifestantes lanzándole piedras y otros objetivos contundentes.

Estos hechos se sucedieron durante toda la tarde, pues tras ser dispersados, rápidamente los manifestantes volvían a concentrase en los alrededores del monumento y calles aledañas.

También se reportaron manifestaciones y enfrentamientos entre carabineros y manifestantes en otras ciudades del país, como Concepción, donde fuerzas policiales penetraron en instalaciones de la Universidad Tecnológica de Chile y lanzaron profusamente gases lacrimógenos en su interior, en medio de una protesta estudiantil.

Numerosas organizaciones sociales y políticas insisten en que los llamados del gobierno a la paz son una cortina de humo tras la cual se mantiene la represión de las fuerzas policiales contra manifestantes generalmente pacíficos.