Santo Domingo.- "Para la salud mental no hay vacuna", sentenció la directora del Instituto de Salud Mental y Telepsicología (ISAMT), Angelina Sosa.

El axioma lo expresó en El Sol de la Mañana, de RCC Media, ante el reporte que tiene de salud mental con los niños, niñas y adolescentes por la situación del coronavirus.

"Estamos hablando de que ya vienen las vacunas, que podrían disminuir algunos sentimientos en la población; sin embargo para para la salud mental no hay vacuna", sostuvo.

Pronosticó que las repercusiones emocionales permanecerán todavía por mucho más tiempo.

"Porque el cambio de vida, las interacciones, las pérdidas humanas, las pérdidas materiales, genera en la población un sentimiento importante que va a producir por un largo tiempo de sensaciones y sentimientos, inclusiva de muertes", adujo.

Angelina Sosa señaló que a través del Instituto de Salud Mental y Telepsicología (ISAMT), que tienen todo un observatorio de salud mental en la población, es que de las personas que reciben llamadas, que son tantas, hasta el 60% de las situaciones de riesgos, son jóvenes de hasta 10 años con ideas de muerte.

Precisó que las escuelas son los centros de protección de nuestros niños, niñas y adolescenes.

Manifestó que además de los casos que reciben de niños, niñas y adolescentes que están siendo abusados porque están viviendo con el agresor ahora mismo.

"Las madres, las mujeres son las más impactadas emocionalmente con el tema de la pandemia porque son las que tienen que cargar las situaciones de ellas, de sus parejas, de los hijos y de las familias paternas y maternas; de sus abuelas, de las abuelas, de las situaciones completas de las familias", indicó.

Expresó que los altos niveles de ansiedad, de estrés y de depresión que estamos teniendo en al familia está impidiendo hasta una producción laboral exitosa.

"Está impidiendo que la producción del país avance y crezca en la medida de lo posibles con esta situación de impacto que hemos tenido", acotó.

Angelina Sosa consideró que no podemos abordar todo un contexto nacional sin olvidarnos de manera integral del ser humano, de su sentimiento, de sus emociones y de lo que está pasando en la familia.

"Y esto repercute significativamente hasta en el plano económico de toda la sociedad", apuntó.

Enfatizó que los niños están muy necesitados de volver a las aulas para encontrarse con otros amigos.

Subrayó que los maestros y maestras son las figuras de protección, autoridad, seguridad y de apoyo emocional para los niños, que ven los padres a veces en las noches.

Entiende que es importante respetar las medidas y los protocoles por el coronavirus.

Observó que en el equipo del Gabinete de Salud y de política sanitaria del gobierno contra el coronavirus no hay ninguna persona de salud mental.

"No hay un psicólogo, no hay un salubrista. No hay un psicólogo salubrista, no hay una persona de salud mental, no hay un sociólogo. Hay que comprender la dinámica de las personas en las diferentes etapas", explicó.

Mencionó que en algún momento se criticó que los jóvenes desafiaban a las autoridades porque no apoyaban para la prevención del virus, y sin embargo no se tomaron en cuenta las políticas de comunicación, las estrategias de prevención y las necesidades emociones de ellos.

"Entonces las políticas sanitarias tienen que ser integrales, tienen que ver al ser humano en todas las perspectivas también. Estamos hablando de que estamos en el trabajo, pero las madres están en las oficinas, en un trabajo de ocho a cinco de la mañana, y dónde están los niños, están expuestos a situaciones de violencia de abusa, aumento de consumo de alcohol y droga en los jóvenes, en los barrios, porque no hay un centro de protección para esos niños. No hay una vigilancia, una seguridad, en lo que los padres están trabajando ahora mismo", señaló.

La director del Instituto de Salud Mental y Telepsicología (ISAMT) sostuvo que hay que abordar estrategias generales de protección que pueden incluir las escuelas, en algunos casos y que puede ser que en otros no.

Destacó que la normalidad no la veremos por un tiempo, pero que no se puede ver sólo un lado de la moneda.

Consideró que redes de apoyo debe ofrecer protección y asistencias a las familias en las comunidades.

Indicó que es escaso la asistencia psicológica a las familias y que en algunos casos el servicio está concentrado en los grandes hospitales como si el problema es sólo cuando sufre una crisis psiquiátrica, cuando no es así.

"Entonces tomar en cuenta todos los recursos de la comunidad, los apoyos, y evidentemente que la escuela es uno de los principales", dijo.