









Alfonso Rodríguez
El cineasta y cónsul en Los Ángeles, Alfonso Rodríguez, expresó este martes que lo que funciona en el país lo quieren arruinar, eliminar y aplastar, como es el caso de la Ley 108-10, que generó casi 1,000 millones de dólares en inversión extranjera de 2020 a 2024.
Al intervenir en vivo en El Mañanero que se transmite por La Bakana 105.7 de RCC Media, indicó que esa legislación emplea a más de 40 mil personas, que ganan bien y pagan impuestos igual que todo el mundo, al igual que las películas.
¿Qué está haciendo?
Expresó que está gestionando que vengan producciones extranjeras a rodar películas en el país, ya que con el pago del ITBIS y la retención del 10%, se puede saldar la deuda del cine local y aún sobra dinero.
Manifestó que debe haber una persona allí haciendo y recibiendo llamadas y estableciendo contactos, ya que la idea siempre fue enviar a un cineasta para que fuera cónsul allí.
Alfonso Rodríguez dijo que el consulado tiene su personal que ofrece servicios de pasaportes, visado, poderes notariales y otros servicios, a más de 100 mil dominicanos, y que no hace "nada de esa vaina" porque lo que hace es "joder con cine" y enviar gente para el país.
Expresó que desde el año 2020 hacia atrás, durante cuatro décadas, incluyendo el periodo de "El Padrino", la inversión extranjera en la industria cinematográfica no alcanzaba ni siquiera los 40 millones de dólares. Sin embargo, ahora se sitúa entre 900 y 1,000 millones de dólares.
Destacó que los contactos que tiene cuestan "millones de dólares", y esa es la razón por la que está allí.
La Ley de Cine 108-10 es una legislación diseñada para fomentar el desarrollo de la industria cinematográfica. Su objetivo principal es promover la producción, distribución y exhibición de películas, así como incentivar la inversión en el sector. Esta ley ofrece beneficios fiscales y apoyo a los cineastas, con el fin de fortalecer la cultura y economía del país a través del cine.
Precisó que se hizo para ser revisada en diez años, que hay que limitar los presupuestos, que se estableció uno y que, a su parecer, es muy alto.
Consideró que no se necesitan 80, 90 o 100 millones para hacer una película porque él hizo once sin la legislación, y cuando un rico le aportaba un millón de dólares, tenía que justificarlo.