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La actriz recalcó que la confianza establecida con su coestrella permitió rodar sin complicaciones.
Jennifer Lawrence y Robert Pattinson no necesitaron un coordinador de intimidad para rodar las escenas más sensibles de Die My Love (Mátate, amor) y la actriz compartió la razón detrás de esa decisión.
Durante una visita reciente al podcast Las Culturistas, la ganadora del Oscar afirmó que la relación de confianza y comodidad establecida entre ambos permitió que el trabajo fluyera en condiciones óptimas.
En ese diálogo, relató que las sesiones de preparación física y baile facilitaron el rodaje de las escenas de sexo y de pelea.
“Hicimos lecciones de baile juntos, que en realidad fueron ejercicios de equipo. Al final, resultaron más útiles para la coreografía de escenas sexuales y de lucha”, detalló.
Ante la pregunta sobre la presencia de un coordinador de intimidad, respondió con franqueza: “No tuvimos uno, o tal vez sí, pero en realidad no lo usamos… Me sentí muy segura con él”.
“Él no es pervertido y está muy enamorado de [su pareja] Suki Waterhouse”, agregó Lawrence, destacando que durante las jornadas de rodaje las conversaciones se centraban en sus hijos y las relaciones personales.
De acuerdo a sus declaraciones, Lawrence y Pattinson pasaron más tiempo hablando de sus “hijos y relaciones”, por lo tanto, “no hubo nada raro”.
“Ningún ‘¿él cree que me gusta?’. Si hubiera sentido un poco de eso, probablemente habría recurrido a un coordinador de intimidad”, expresó.
Y añadió: “Muchos actores hombres se ofenden si no quieres acostarte con ellos, y entonces empieza el castigo. Pero él no fue así, para que conste”.
El propio Robert Pattinson confirmó la existencia de un coordinador de intimidad en el set durante una entrevista reciente con Brut Magazine, así como la soltura con la que ambos afrontaron los desnudos.
En nuestro primer día de rodaje, estábamos desnudos, atacándonos como tigres”, recordó Lawrence con humor. El actor británico matizó: “Piensas que no puedes pasar más vergüenza, y luego te dicen: ‘Ahora háganlo sin ropa’”.
Para Pattinson, la figura del coordinador de intimidad excede las cuestiones de seguridad, e incide también en el resultado artístico.
“No es solo para sentirse seguro. A veces los directores tienen miedo de decirte que tu cuerpo se ve raro desde tal ángulo. Si tienes a alguien cuyo trabajo es decir, ‘Muévete en esta dirección’, puedes estar más tranquilo”, manifestó.
La industria cinematográfica y teatral ha incorporado en los últimos años a estos profesionales tras el movimiento #MeToo, según lo indica el sindicato de actores SAG-AFTRA.
Se trata de una figura que actúa como enlace entre producción y actores en escenas de desnudo o sexo simulado. De esta manera, se pueden prevenir situaciones de abuso o acoso sexual, e incluso hostigamiento laboral.
Durante la misma conversación en Las Culturistas, Jennifer Lawrence remarcó haber rodado secuencias de desnudo sin reservas.
“No me preocupa la desnudez, no soy sensible a eso. Estar embarazada quitó mucha ansiedad por vanidad. ¿Qué iba a hacer? ¿No comer?”, relató.
Según la galardonada estrella, la producción llegó a consultarle sobre la posibilidad de editar el aspecto físico en posproducción. “Me mandaron una toma con un primer plano de celulitis y preguntaron si quería que la retocaran en edición. Dije: ‘No. Eso es un trasero’”, explicó.
La película combina drama psicológico y comedia negra, y su estreno está pautado para el 7 de noviembre a nivel global.