Después de 37 años, Vogue EE.UU. tiene nueva responsable editorial. La legendaria Anna Wintour cedió oficialmente el título de editora de la revista, aunque continuará como jefa global de contenidos en Condé Nast, supervisando las 28 ediciones internacionales.
La elegida es Chloé Malle, de 39 años, actual directora de la web de Vogue y coanfitriona de su pódcast. No llevará el título tradicional de “editora en jefe”, sino el de “head of editorial content” (jefa de contenido editorial), un cambio que refleja cómo ha evolucionado la industria de las revistas en la era digital y de la inteligencia artificial.
¿Quién es Chloé Malle?
Hija de la actriz Candice Bergen y del cineasta Louis Malle, se formó en Literatura Comparada en la Universidad de Brown y ha trabajado como periodista en medios como The New York Observer y The New York Times. Desde octubre de 2023 dirige la estrategia digital de Vogue, donde ha impulsado coberturas innovadoras como “Dogue” (un concurso de portadas con perros) y la ampliación de secciones como bodas.
Malle reconoce que ser “nepo baby” le abrió puertas, pero asegura que eso también la ha hecho exigirse más: “Siempre he trabajado duro para demostrar que soy más que la hija de Candice Bergen”, dijo en una entrevista con The New York Times.
Su visión para Vogue
La nueva directora editorial busca imprimir su sello propio, no ser “una versión reducida de Anna”. Entre sus planes están:
- Publicar menos ediciones impresas, pero con carácter coleccionable, en papel de alta calidad y centradas en momentos culturales específicos.
- Apostar por un público más pequeño pero más fiel, con contenidos originales, ingeniosos y relevantes, en lugar de competir en la carrera de notas rápidas de internet.
- Dar más espacio a coberturas de impacto, como la reciente portada digital de Lauren Sánchez, que generó amplio debate en redes sociales.
Un relevo simbólico
Aunque Wintour no se retira, la llegada de Malle marca un cambio generacional en la cabecera más influyente de la moda. La propia Malle admite que trabajar con Anna en la oficina de al lado puede ser intimidante, pero también lo ve como un aprendizaje constante.
“Colocar mi propio sello será la clave del éxito”, dijo. “Tiene que sentirse que este Vogue también es mío”.
