Digámoslo de una vez: el PLD en su versión “moradomedina” es hoy lo más parecido a una arepa banileja a la que le dan candela por arriba y por abajo. 

Por arriba le quema un PRM que sabe del poder que un partido puede llegar a acumular cuando ha administrado el Estado durante 20 años, en un país donde la mayoría de las grandes fortunas, en su origen son como aquel cigarrillo Premier: “tiene sabor a pueblo”, a erario y Presupuesto Nacional. 

Es por arriba que a ese PLD le llegan los tiros de un ministerio público que, respetando en lo fundamental la presunción de inocencia y el debido proceso, ha comenzado a golpear por donde duele. ¡Oiga Ud.!, que ni en la justicia ni en el periodismo los expedientes caen del cielo, ni es Juancito Pérez Vidal, alias Tito, quien elige el orden de llegada a los despachos judiciales, los medios y las redes sociales. 

Por abajo, al PLD “moradomedina” le quema su adversario más peligroso por conocido, (“no hay peor cuña que la del mismo palo”), y claro que hablo del otro PLD, el PLD “verdefernández”. A diferencia de lo que ocurrió a partir de septiembre de 2012, esta vez nadie irá “A la caza del Octubre rojo” que era entonces Leonel Fernández, sino tras el “Acorazado Potemkin”, que es hoy Danilo Medina. 

Son los azares  de la política y sus fuegos. Hoy es Leonel quien -desde el palco amurallado que le brinda su alianza estratégica con el PRM gubernamental- observa cómo la dirección del PLD “moradomedina” recorre la vía Apia de todos los incendios.

Es precisamente la existencia de ese PLD “verdefernández”, hecho a la imagen, nombre (LFP) y semejanza de las aspiraciones presidenciales del tres veces presidente de la República, y que tiene abiertas todas sus puertas para recibir con aplausos y reivindicación moral y desmemoria a los miembros disgustados del PLD “moradomedina”, lo que dificulta el proceso de renovación de esa organización que no está en condiciones de provocar “bembitas” ni herir egos, pues frente a la calle Cervantes esquina ave. Independencia una ambulancia verde, paciente espera. 

La tentación que esa ambulancia representa es lo que explica -a quien no pueda entenderlo- las razones de la ampliación de los organismos del PLD “moradomedina”. El asunto es sencillo: La primera función de todo ser vivo, incluido un partido político, es sobrevivir.