El cirujano Don Gobierno Dominicano opera bien, pero el escenario global, político y económico le mata los pacientes, o más exactamente mata al paciente que no es otro que el país nacional.
Nuestras actuales autoridades lograron una rápida recuperación macroeconómica, se reactivó el turismo y las zonas francas, se recuperó la inversión, pero por los efectos globales de la pandemia, el fantasma de la inflación no ha dejado de perseguirlas con su trágica expresión de empobrecimiento de los más necesitados. A todos los males que nos trajo el Covid-19, ahora se ha sumado la invasión rusa a Ucrania, que viene a ser mucho más que una invasión militar, pues ella ha lanzado al basurero de la historia, aquel acuerdo firmado en 1945 en la ciudad alemana de Potsdam, mediante el cual, los vencedores de la segunda guerra mundial, (Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Soviética), se repartieron el mundo y de paso, crearon todo un sistema que les permitía mantener la paz mundial, -dentro de sus confrontaciones diplomáticas y políticas, es cierto-, pero hubo paz. Una paz con miedo, pero paz… y el planeta sobrevivió.
Roto ese acuerdo en la madrugada del pasado miércoles 2 de marzo, el mundo anda ahora como si fuera El Chaval de la Bachata, “más perdido que un conuco sin desyerbo y más loco que un reloj de a peso”. Es precisamente en esa locura la que estamos viviendo los terrícolas, con la espada de Damocles de una catástrofe nuclear sobre nuestras cabezas, junto a un rosario de crisis que va desde el precio de los commodities hasta el bajón del turismo, llegando a los altos precios internacionales del petróleo y el gas… y subiendo. Es ante esa realidad que el presidente Luis Abinader, como un Sabina palaciego, decidió pasar “de las palabras a los hechos” con su plan de medidas para enfrentar la inflación protegiendo a los sectores más vulnerables. Frente a lo que al país se le viene encima, a los dominicanos solo nos queda el camino de la unidad, para lo que es urgente que las élites políticas, sociales y económicas entierren el hacha de la batalla política y los intereses económicos y envíen una señal de sincera demostración de que, cuando peligra la patria, todos, partidos, gobiernos y fortunas pueden y deben esperar. ¡Qué es la patria, joder, es la patria!
Somos una emisora especializada en programas interactivos, nuestra parrilla programática se caracteriza por la variedad, con los programas de mayor audiencia.
Puedes escucharnos en todo el país.
Llama a cabina desde cualquier parte de República Dominicana y el Mundo.
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Esto nos permite personalizar el contenido que ofrecemos y mostrar publicidad relacionada a sus intereses. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso.