La periodista Rosa Encarnación denunció que durante la administración de Milagros Germán en el ministerio de Cultura, las nóminas paralelas crecieron significativamente, mientras que las escuelas de Bellas Artes, las que consideró esenciales para el desarrollo cultural del país, fueron dejadas de lado.

Según Encarnación, el crecimiento desmedido de personal y recursos en áreas ajenas al bienestar cultural ha marcado un claro abandono de las verdaderas necesidades de la cultura.

Encarnación destacó que durante la gestión de Germán, la plantilla de empleados fijos fue reducida de mil 28 a 890 empleados, pero, en lugar de mejorar la estructura administrativa, se aumentó la nómina de de 35 millones a más de 36 y se crearon múltiples nóminas paralelas que incrementaron el gasto público de manera significativa.

Según su denuncia, la ministra no solo incrementó las contrataciones, sino que también se sorprendió por la cantidad de asesores, que pasaron de seis a nueve, con salarios de hasta 220 mil pesos mensuales.

Además, Encarnación puntualizó que, mientras el presupuesto del Ministerio de Cultura subía a cifras alarmantes, las oportunidades de desarrollo para los jóvenes, especialmente en áreas culturales como las escuelas de Bellas Artes, fueron completamente desatendidas.

En vez de invertir en la formación de los jóvenes, se robó su futuro, afirmó la periodista.

Diversidad de nóminas y aumento del presupuesto

Durante la gestión de Milagros Germán al frente del Ministerio de Cultura, la creación de diversas nóminas paralelas se convirtió en una de las principales críticas de la periodista Rosa Encarnación.

Denunció que en 2022, se implementó una nómina de empleados temporales que comenzó con 165 trabajadores y un presupuesto de 10 millones de pesos, pero para 2024, la cifra de empleados ascendió a 269, lo que representó un aumento de 7 millones de pesos en el gasto.

En octubre de 2024, se sumó una nueva nómina de carácter eventual, que comenzó con una asignación de 498 mil pesos para siete empleados, pero que terminó con 12 trabajadores y un presupuesto cercano al millón de pesos.

Asimismo, la nómina de suplencia aumentó de 8 a 23 empleados, con un costo cercano a los 700 mil pesos. Además, se creó una nómina de interinato con un presupuesto de casi 800 mil pesos para 26 empleados.

La nómina de seguridad experimentó un incremento significativo, duplicándose de 1 millón 300 mil pesos a 2 millones 500 mil pesos para cubrir los salarios de 127 empleados. Todo esto mientras se denunciaron contrataciones opacas, como la de lavandería, que no especificaba para qué se utilizaban los servicios.

Estas decisiones, según Encarnación, reflejan una falta de transparencia y gestión adecuada de los recursos del Ministerio de Cultura, lo que, en su opinión, contribuyó al abandono de los programas culturales y las infraestructuras como las escuelas de Bellas Artes.