









greidy foto portal (87)
La residencia musical de Bad Bunny, “No Me Quiero Ir de Aquí”, en el Coliseo de Puerto Rico, incluyó por primera vez un equipo de intérpretes de lengua de señas, permitiendo que personas sordas disfrutaran plenamente de la música urbana.
Durante las presentaciones, los intérpretes se sincronizan con las letras y el ritmo del reguetón, transmitiendo mediante señas, energía corporal y gestos la esencia de cada canción. “Ha sido una experiencia maravillosa, en cuestión de accesibilidad, de poder entender lo que se está diciendo en la música… su energía va a la par con lo que es el concierto”, expresó Zoé Marie Rodríguez, joven sorda que asistió a uno de los shows.
Activistas de la comunidad sorda celebraron la iniciativa, señalando que representa un paso hacia la inclusión cultural en la isla. “La música no es solo sonido. Es cultura, emoción, mensaje… y todos merecemos entenderla”, destacaron.
Bad Bunny explicó en entrevista con Variety que su “fantasía” siempre fue ofrecer conciertos gratuitos para el público local. Aunque no lo ha logrado en su totalidad, su residencia de 30 fechas busca ser un gesto de agradecimiento hacia la isla.
Los primeros nueve conciertos estuvieron reservados exclusivamente para residentes de Puerto Rico, quienes debieron presentar prueba de domicilio para comprar entradas. En solo ocho horas se vendieron más de 80,000 boletos, generando una recaudación de 11 millones de dólares.