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La sección "Una cierta mirada" del Festival de Cannes destacó este año el talento emergente de Latinoamérica, otorgando su máxima distinción a la película La misteriosa mirada del flamenco, el debut en el largometraje del chileno Diego Céspedes.
Ambientada en las minas del norte de Chile en los años 80, la cinta explora la vida de una pequeña comunidad de mujeres trans que administran la cantina local. A medida que los clientes comienzan a contagiarse de VIH y enfermar, la violencia contra ellas aumenta.
"Con cada acto de violencia surge inevitablemente un sistema de resistencia, que es mucho más hermoso de contar", comentó Diego Céspedes en una entrevista con RFI. "Lo más hermoso es rescatar lo que aún podemos hacer y hablar de amor, ya sea familiar, romántico o no romántico. Es un diálogo más auténtico".
Paula Cundinamarca, quien interpreta a la matriarca Mamá Boa, vivió de joven la transfobia en esta sociedad conservadora. "Me tocó vivir en una época en la que la palabra travesti era sinónimo de persona trastornada, de delincuente. Era una cosificación demonizada. Pero la victimización es una zona de confort", afirmó.
El segundo premio de esta competencia paralela, que premia el cine joven y audaz, fue para la comedia colombiana Un poeta, de Simón Mesa Soto, quien ya había ganado la Palma de Oro por un cortometraje.
En esta cinta, Mesa Soto retrata la vida de Oscar, un poeta incomprendido, depresivo y fracasado, cuya obsesión por un arte puro y libre lo mantiene en la quiebra. Oscar descubre en un aula de una escuela en los barrios populares de Medellín a una alumna con gran potencial poético y busca presentarla en el mayor festival de poesía de la ciudad, aunque sus fantasías no se concretarán como espera.
El director explicó a RFI que su intención era retratar al poeta "sin idealizarlo desde el arte, sino de forma realista". Mesa Soto se inspiró en sus propios cuestionamientos sobre el arte en la actualidad y en su país.
"Es un reflejo de mis dilemas sobre lo que significa ser un hombre en la sociedad moderna, ser un hombre artista, ser cineasta, reírse de lo que implica hacer cine y la necesidad de complacer para que la película sea más vendible que otra", concluyó.