Manchas blancas en la piel: origen, riesgos y la importancia de una evaluación profesional

Manchas / RCC Noticias
Algunas manchas pueden corresponder a cambios cutáneos inofensivos, mientras que otras requieren una evaluación médica para descartar afecciones más complejas. Reconocer los signos de advertencia y acudir al dermatólogo de manera temprana es esencial para evitar complicaciones y proteger la salud de la piel.
Las manchas blancas son una de las inquietudes más comunes en dermatología y pueden originarse por múltiples causas, que van desde procesos benignos hasta enfermedades que necesitan supervisión clínica.
Determinar su origen es clave para identificar posibles riesgos. La dermatóloga Angela Wei, especialista en formación en Cleveland Clinic, remarcó la importancia de consultar ante cualquier variación en la pigmentación, ya que estos cambios pueden indicar condiciones subyacentes que deben abordarse, según informó la institución.
¿Qué son las manchas blancas en la piel?
Las manchas blancas, también denominadas áreas de despigmentación, aparecen cuando una zona específica de la piel pierde su pigmentación natural. Esta modificación suele estar relacionada con una disminución o ausencia de melanocitos, las células responsables de producir melanina, el pigmento que da color a la piel.
En cada 2,5 centímetros de piel se encuentran aproximadamente 19 millones de células y alrededor de 60.000 melanocitos. Cuando disminuyen o desaparecen, surgen estas áreas más claras, que se diferencian de otras lesiones como el acné o las quemaduras solares.
Causas frecuentes de manchas blancas
Hipomelanosis guttata idiopática
Una causa habitual es la hipomelanosis guttata idiopática, que se presenta como pequeños puntos blancos en zonas expuestas al sol—brazos, piernas y parte inferior del cuerpo—, aunque su origen exacto no está del todo claro.

Wei explicó a Cleveland Clinic que probablemente esté relacionada con la exposición prolongada al sol, por lo que el uso de protector solar es la principal medida de prevención.
Tiña versicolor
Otra causa común es la tiña versicolor, una infección por hongos que provoca manchas blancas, oscuras o rosadas, sobre todo en el pecho, la espalda y el rostro.

Esta afección está vinculada a un crecimiento excesivo de levaduras, no es peligrosa ni contagiosa, aunque puede producir picazón. Su tratamiento generalmente incluye geles, cremas o fármacos antimicóticos, y la recuperación del color puede tardar varios meses.
Vitíligo
El vitíligo es una enfermedad autoinmune crónica en la que células inflamatorias destruyen melanocitos, generando zonas lisas y bien definidas de piel blanca o mucho más clara. Sin intervención médica, estas manchas suelen expandirse y aparecer en zonas como la boca, ojos, nariz, manos, pies, codos, rodillas, genitales y ombligo.

Wei señaló a Cleveland Clinic que el tratamiento normalmente inicia con esteroides tópicos. No obstante, al ser una condición crónica, estos no pueden usarse indefinidamente, por lo que se recurre a alternativas a largo plazo como cremas no esteroides o terapias con luz.
Pitiriasis alba y eczema
La pitiriasis alba, asociada al eczema, genera manchas redondeadas u ovaladas más claras de lo normal, especialmente en niños. Suelen presentar picazón y notarse más cuando la piel de alrededor se oscurece por el sol. Wei comentó a Cleveland Clinic que esta condición provoca áreas más claras y amplias en las mejillas de menores con eczema.

Para controlarla, se recomienda mantener la piel hidratada. Los tratamientos incluyen esteroides o cremas no esteroides según el caso.
Milios

Los milios, también conocidos como “quistes de leche”, son pequeños bultos blancos que se forman bajo la piel, especialmente en párpados, mejillas, frente y zona genital. Aunque son completamente inofensivos y no requieren tratamiento, pueden confundirse con espinillas o puntos blancos. Si causan molestias estéticas, el dermatólogo podría indicar cremas o procedimientos para retirarlos.
Cuándo acudir al médico y cómo prevenir complicaciones
Aunque la mayoría de estas manchas no representan un riesgo grave, la Dra. Wei recomendó a Cleveland Clinic buscar una evaluación dermatológica ante cualquier cambio en el color de la piel. También sugiere vigilar lunares, marcas de nacimiento, heridas, granos o moretones.
Personas con antecedentes de melanoma, exposición frecuente al sol, uso de camas bronceadoras, quemaduras con ampollas, inmunosupresión o antecedentes de trasplantes deben realizar chequeos cutáneos anuales para detectar signos tempranos de cáncer de piel. Se requiere consulta inmediata si aparecen síntomas como picor persistente, sangrado o dolor.
Wei advirtió que las áreas sin pigmento tienen mayor vulnerabilidad al cáncer cutáneo, por lo que resulta esencial monitorear cualquier cambio y reforzar el uso de protector solar.
La revisión periódica de la piel y la protección frente a los rayos ultravioleta son herramientas fundamentales para mantener la salud cutánea y detectar a tiempo cualquier alteración que requiera atención profesional.











