Marisol Henríquez celebra el alma del Caribe en su colección Primavera–Verano

Con una explosión de color, texturas artesanales y referencias a la naturaleza tropical, la diseñadora dominicana Marisol Henríquez presentó su nueva colección Primavera–Verano en el marco de la XVI edición de Vest International, cautivando al público con una propuesta que honra la esencia del Caribe y la fuerza femenina.

Inspirada en la renovación de la naturaleza y la energía vibrante de la mujer contemporánea, esta colección fusiona moda artesanal con un estilo fresco, elegante y profundamente auténtico. El blanco, símbolo de pureza y renacimiento, sirve como lienzo para una paleta luminosa en tonos de rosado, amarillo, verde, fucsia y otros colores vivos que evocan la alegría y vitalidad de la estación.

“Estas tonalidades se expresan en tejidos ligeros, cortes etéreos y detalles elaborados con la técnica tradicional que caracteriza mi trabajo: el Tejamaní”, explicó la diseñadora, refiriéndose a su sello distintivo, una forma artesanal de manipular la tela que aporta textura, movimiento y carácter a cada pieza.

Uno de los elementos centrales de la propuesta es la fusión entre el trabajo artesanal y la pintura a mano, a través de la cual florecen escenas tropicales, mariposas, flores y símbolos de la naturaleza dominicana. Cada prenda se convierte así en una obra viva que conecta con las raíces culturales y la belleza natural del Caribe.

La colección se complementa con una exquisita línea de accesorios hechos a mano, que incluye carteras, bolsos y sombreros confeccionados en fibras naturales. Cada uno de estos complementos lleva acabados exclusivos y detalles pintados que reflejan la misma identidad caribeña presente en las prendas.

“Estoy muy feliz de compartir una colección que invita a vestir con alegría, identidad y libertad. Es un tributo a nuestras raíces, a la riqueza visual de nuestro entorno y a esa mujer luminosa que florece con elegancia bajo el sol”, expresó Marisol Henríquez al cerrar su desfile.

Con esta propuesta, la diseñadora reafirma su compromiso con una moda con propósito, artesanal, conectada a la tierra y profundamente dominicana. Una colección que no solo viste, sino que cuenta historias del trópico con cada puntada.