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Cada 29 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Salud Digestiva, una fecha clave para recordar la importancia de la prevención y el diagnóstico oportuno de enfermedades que afectan al sistema digestivo, las cuales impactan a cerca del 40 % de la población mundial.
La campaña global de este año, liderada por la Organización Mundial de Gastroenterología, destaca tres ejes esenciales: la detección precoz, la atención preventiva y la aplicación de soluciones innovadoras para enfrentar los trastornos digestivos que afectan la calidad de vida y la productividad de millones de personas.
“Los síntomas digestivos, como la acidez, el estreñimiento, la diarrea o el dolor abdominal, no deben subestimarse. Pueden ser indicativos de afecciones más complejas, como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad por reflujo gastroesofágico”, advierte el Dr. Pablo Corella, gerente médico gastrointestinal de Asofarma. También señala que señales como el hipo persistente, la pérdida de peso inexplicada o la presencia de sangre en las heces deben considerarse motivos para una consulta médica inmediata.
En la República Dominicana, el cáncer gástrico se encuentra entre los seis tipos de cáncer más frecuentes y ocupa el segundo lugar en mortalidad. La infección por Helicobacter pylori, contraída durante la infancia, está asociada a la mayoría de estos casos, debido a su efecto dañino sobre la mucosa del estómago.
La promoción de hábitos saludables es fundamental para mantener la salud digestiva. Entre las medidas recomendadas se destacan:
“La prevención comienza con una buena alimentación y el control de factores de riesgo, pero también requiere avances médicos y tratamientos eficaces que continúen mejorando la calidad de vida de los pacientes”, añade Corella. En los últimos años, terapias innovadoras han logrado reducir complicaciones graves, incluyendo el tratamiento y la erradicación de Helicobacter pylori.
Este día tiene como objetivo reforzar el mensaje de que escuchar al cuerpo y actuar ante los primeros síntomas es esencial para evitar consecuencias mayores. El autocuidado y la intervención temprana son fundamentales para enfrentar los desafíos en la salud digestiva.