Banderas de Estados Unidos e Irán.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes una orden ejecutiva que reestablece la política de "máxima presión" contra Irán.
La medida, que busca evitar que Teherán adquiera un arma nuclear, fue tomada poco antes de la reunión de Trump con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
La orden instruye al Departamento del Tesoro a que imponga "máxima presión económica" a través de una serie de sanciones que tienen como objetivo reducir a cero las exportaciones de petróleo de Irán.
A pesar de considerar que las medidas serán muy duras para Irán, Trump expresó que se sentía "desgarrado" pero que no estaba "contento de hacerlo". "Con suerte, no vamos a tener que usarlo mucho", dijo el mandatario a los periodistas, según recoge Fox News.
Durante su primer mandato, el republicano también impuso restricciones severas contra Teherán, logrando reducir sus exportaciones de crudo a casi cero. Sin embargo, en el gobierno del expresidente Joe Biden Irán pudo vencer las sanciones y recuperar su industria petrolera. La producción durante el 2024 alcanzó su nivel más alto desde el 2018, con 54.000 millones de dólares, de acuerdo con datos difundidos por Reuters.
El senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham, declaró el jueves pasado que la visita de Netanyahu es el momento indicado para acabar con la "amenaza nuclear" de Irán, considerando que EE.UU. debería apoyar a Israel si este decide "diezmar" el programa nuclear iraní.
No obstante, Trump afirmó que espera poder llegar a un acuerdo con Teherán. "Me encantaría tener una buena relación con todos, pero no pueden tener un arma nuclear", expresó.
Desde Teherán se ha dicho en múltiples ocasiones que el país no tiene intención de desarrollar armas nucleares y que su programa nuclear tiene fines pacíficos.