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El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró la semana con una baja del 1 %, lo que refleja la preocupación de los inversores por un posible incremento en la producción de crudo por parte de la OPEP+ a partir de julio.
A pesar de este descenso semanal, los contratos de futuros del WTI con entrega en junio subieron un 0,54 % este viernes, finalizando en 61,53 dólares por barril, lo que representa un aumento de 33 centavos respecto al día anterior, según datos de la Bolsa Mercantil de Nueva York.
La inquietud del mercado se centra en la próxima reunión del cartel y sus aliados el 1 de junio, donde se consideraría añadir unos 411,000 barriles diarios a la oferta global. Esto ha generado temores de que la producción supere la demanda.
"Los mercados enfrentan una renovada incertidumbre respecto a las perspectivas de la economía mundial, debido a las repercusiones aún desconocidas de la guerra comercial y a la influencia bajista de la OPEP+", señala el analista Tom Essaye en su informe Sevens Report.
Factores geopolíticos y aumento de reservas
Durante la semana, los operadores también estuvieron atentos a las tensiones en Medio Oriente, especialmente ante la posibilidad de que Israel ataque instalaciones nucleares iraníes, así como a las nuevas sanciones impuestas por la Unión Europea y el Reino Unido contra sectores estratégicos de Rusia.
Al mismo tiempo, las negociaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos continúan siendo tensas, lo que añade un componente adicional de volatilidad a los mercados energéticos.
Por otro lado, el Gobierno de EE. UU. informó sobre un inesperado incremento en sus inventarios: 1.3 millones de barriles de crudo, 800,000 de gasolina y 600,000 de destilados. Estas cifras sorprendieron a los analistas y también influyeron en la evolución de los precios.