“La bachata es tan triste y dolorida porque
en ella la mujer se fue o no ha llegado,
pero el caso es que nunca está”.
Dr. Vianco Martínez Umbrales.

LA PREGUNTA . - ¿Qué sería del servicio eléctrico nacional? ¿Qué sería de la popularidad del gobierno si no contará con la posibilidad de que en unos meses o antes comenzarán a entrar al sistema eléctrico parte de los 752 MW de las nuevas plantas de generación de Punta Catalina? ¿Qué sería? Pues, poca cosa. Y es que la espada que ahora le amenaza, no es la de Damocles, sino otra más afilada y con la que se pretende arrancarle la cabeza electoral. Es aquí, donde uno huye de la política para refugiarse en la santa poesía de Ángel González que, sin saber de electricidad, si supo preguntar a quien lo merecía, ay: “qué sería tu nombre sin ti, igual que la palabra rosa sin la rosa”. Uno huye y quisiera seguir huyendo de esas miserias, convencido de que todo esto de las plantas y sus apagones y apagadas, (que implica jorobarles la existencia a diez millones de dominicanos) ocurre a partir del cínico razonamiento de que lo que afecta al gobierno, me favorece a mí, y lo demás no importa. Tal que, hace unos días hablaba uno aquí de tantas “diablocidades” como le vienen ocurriendo al sistema eléctrico nacional. Un rayo vuelve añicos una planta de 300 MW, y el “accidente” coincide con la salida de cuatro plantas por desabastecimiento o “mantenimiento programado”, y el subsidio eléctrico, presupuestado este año en 425 millones de dólares, terminará rozando los 800 millones de dólares... y así no hay pollo que llegue a gallo.

COMO LA DAMA DE LA BACHATA. - Tal que así andaban las cosas por el sistema eléctrico nacional, cuando se nos aparecen los terribles empresarios del transporte (de carga y de pasajeros) a jorobar a la economía popular con sus aumentos NO autorizados, a anunciar huelgas y realizar paros sorpresas, con su inevitable manto de violencia casi siempre. Es ante este despliegue de anarquía tolerada por el gobierno (lo de FENATRADO es de antología), que uno recuerda cómo en fructífera tertulia etílica, literaria y musical, en el Correa 9 de VillaCom, hace unos días el Dr. Don Vianco Martínez Machín nos aseguró a Aquiles a este servidor, que el gran problema de la bachata “es que en ella la mujer no ha llegado o ya se fue... pero el caso es que nunca está”, y por eso es tan triste. Sin llegar a la nostalgia del Dr. Martínez, podríamos decir que al gobierno nacional le pasa igual, pero no con la dama de la bachata sino con la autoridad. Una autoridad, la suya, que, en casos como este del transporte y en muchos más, “se  fue o no ha llegado pero el caso es que nunca está”, y por eso mismo sigue llegando el arrabal amargo que ya ofrece matiné de películas porno en la 27 de Febrero con Lincoln.

“EL SOPLO CÁLIDO DE FE QUE DA LA VIDA”. Y así, mientras nuestras calles son la suma de todas las inseguridades, anarquías y peligros, el ser nacional anda por la vía con la fe hecha pedazos, desconfiado como un suegro, temeroso como un viejo. Y en lo que arrancan las plantas de Punta Catalina, y FENATRADO/ CONATRA/ FENATRANO obligan al gobierno a entregarle alguna ración del boa, este es justo el momento en que el ser nacional se acerca al bar de su esquina, al “rincón de su cantina”, para marcar el B-17 en la vellonera del fondo, y escuchar lo que hace ahora mil años, en Buenos Aires, escribió Oscar Anderle para Roberto Sánchez, el Sandro... “Cuando un hombre... (...) vive muerto y en su alma adormecida/ ya nunca más escuchará/ el soplo cálido de fe que da la vida”. Sin Dios, Marx y sin María, ahora sí que somos pobres. Pobres, temerosos y apagados.