Puerto Príncipe.- El Gobierno de Haití anunció que mantendrá sin cambios el precio de los combustibles, a pesar de la crisis económica y la advertencia de las compañías petroleras.

En la misiva, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), comunicó que se están tomando medidas para garantizar que las gasolineras continúen abasteciéndose con normalidad, en medio de la precaria situación financiera de las compañías petroleras provocada por la no devolución de los impuestos negativos.

'Los precios de las bombas se mantienen sin cambios y la próxima semana se entregará un pedido de 250 mil barriles a Dinassa para abastecer al mercado', subrayó la nota de prensa.

A mediados de mayo las compañías Kimazou, Bandari Haiti SA, CapInvest, Dinasa, y Sol Haiti escribieron al ministro de Economía y Finanzas, Ronald Décembre, sobre imposibilidad de continuar importando el combustible por la deuda que acumula el Gobierno de unos 20 millones de dólares.

'Pronto no podremos garantizar el suministro', alertaron y reiteraron que la situación financiera de la industria empeoró por el aumento del precio del petróleo en el mercado internacional y a la continua depreciación de la moneda nacional.

El MEF, por su parte, llamó a la población a la calma y a 'no ceder a la manipulación de los grupos sociales que tratan de causar desorden e inestabilidad en el país' y aseguró su disposición de colaborar con los socios del sector petrolero con el fin de garantizar la disponibilidad de estos productos en el mercado.

No obstante, una fuente cercana a Dinassa dijo a la prensa que los problemas de los flujos de caja para las empresas petroleras son reales, y que a partir de julio el tema del combustible será decisivo si otras compañías no hacen pedidos de importación.

En el último año el Gobierno haitiano enfrentó dificultades para suministrar el rubro, subsidiado por el Estado desde 2007, y el intento de aumento en los precios del combustible generó una ola de movilizaciones masivas, que provocó la renuncia del primer ministro Jack Guy Lafontant y una profunda crisis sociopolítica.

En el actual contexto adverso, una nueva crisis del rubro podría acrecentar el descontento de los ciudadanos, que experimentan un aumento notable en los precios de la canasta básica, la reducción del poder adquisitivo y la pérdida de valor de su moneda nacional.