Al subir a sus redes una foto junto a Leonel Fernández en la recepción de la embajada de Estados Unidos, Abel Mar­tínez envío un claro mensaje “a quien pueda interesar y corresponda”; y es que Abel es hoy “la última Coca Cola del desierto”, el “Cherry del helado”, “la quin­ceañera en la fiesta”, el fruto más codicia­do por el Partido Fuerza del Pueblo y por el PRM, al punto de que no es para nada des­cartable que el también alcalde de La Hidal­ga haya recibido ya la oferta de ser el candi­dato vicepresidencial de Leonel Fernández.

Digámoslo de una vez, hoy en la política dominicana Abel Martínez vale su peso en oro, convertido en el instrumento perfec­to, al que necesitan conquistar el PFP y el PRM para debilitar a su común adversario el PLD. (El enemigo de mi enemigo es mi amigo).

La crisis política para la que deben es­tar trabajando ya el PFP y el PRM, surgiría

 cuando Martínez, en caso de ser derrotado en las primarias del PLD, no acepte los re­sultados, denuncie un fraude “colosal y tec­nológico” y se marche hacia el PFP. Esa crisis redefiniría todo el escenario electoral de­bilitando al PLD y fortaleciendo a un PRM que necesita mantener lo suficientemente alejados y enfrentados a los dos pedazos del partido morado, apostando a un triunfo en primera vuelta del presidente Abinader o, en su defecto, a un tácito apoyo de sus alia­dos de 2020, el PFP, en la segunda.

A partir de todo lo anterior, digamos que el 15 de octubre, Abel Martínez Durán ten­drá que tomar la decisión más importante de su carrera política.

Para las elecciones del 2024 –como ocu­rrió en las del 2020–, la gran victoria del PFP no sería su triunfo sino la derrota del PLD y también viceversa… y para eso tra­baja. Su estrategia es correcta. La política se nutre de realidades, y una victoria del PRM en 2024 le daría a esa organización un gran respiro en el delicado tema de la corrupción entre 2004-2012, ahora que el MP ha mos­trado tan especial interés en la del 2012 a 2020.

En cuestiones de amor, cuando una mu­jer regala una foto está prometiendo el ori­ginal, en cambio en política, cuando un pre­candidato publica una acompañado de su adversario está promocionando el original. Pero no os desesperéis… Octubre no está tan lejos.