“No ser nunca el objeto visible del poder y sujetarlo, sin embargo, por completo; tirar de todos los hilos eludiendo siempre la responsabilidad.”

Esa analogía de poder que encaja perfectamente con la idiosincrasia dominicana es la mejor explicación de los cambios de posturas políticas que hemos venido observando últimamente de las dos principales organizaciones partidarias del país.

Tanto el PLD como el PRM han querido denotar ingenuidad y victimización para evitar coincidir en temas de interés nacional. ¿Cómo explicar que todavía al día de hoy se esté discutiendo aprobación ley de partidos? ¿Por qué se huye como el diablo a la cruz sentarse a convenir una ley de garantías electorales? ¿Cuál es el verdadero propósito de lograr importantes posiciones en las altas cortes? Todas estas interrogantes conducen a un mismo camino.

Ahora con el 16 de agosto a la vuelta de la esquina se producen importantes movimientos que buscan alternar los posibles escenarios. El PRM –inteligentemente- se ha dado cuenta que la otrora “Regla de Oro” de la municipalidad no les conviene en la actual coyuntura. Es el mecanismo de presión idóneo para lograr mayor participación en repartición de las altas cortes. El PLD –ni tonto ni perezoso- lo sabe muy bien y está jugando defensa hombre a hombre y a cancha completa como le hicieron los Cavaliers a los guerreros de Golden State. No se han dejado embaucar y ya están moviendo “los hilos del poder” eludiendo la responsabilidad de una posible tragedia que de seguro se le atribuiría al PRM.

En cualquier país civilizado la Regla de Oro ideada por el Dr. Jose Francisco Peña Gomez sería considerada como un afrenta directa a la democracia; pero en nuestro terruño –donde todavía al siglo XXI se alega fraude en elecciones de hasta una junta de vecinos-, es un mal necesario para evitar confrontaciones mortales entre dirigentes, y, peor aún, caos e ingobernabilidad en los ayuntamientos.

El riesgoso juego político del PRM puede brindarle grandes frutos si lo “juegan” con prudencia y mucho comedimiento, pero si las cosas se salen de control seria el principal perjudicado por –paradójicamente- querer “democratizar” las elecciones del consejo directivo de las salas capitulares. Decimos paradójicamente porque debería ser lo contrario, que, el Partido que procura mayor democracia sea el más beneficiado pero el PLD no es nuevo ni ajeno al poder y va jugar cuidadosamente sus cartas; y no necesariamente las de Frank Underwood en House of Cards……

PEDRO MANUEL CASALS HIJO