MIAMI, FLORIDA - La pandemia de COVID-19, los confinamientos obligatorios y el cese de algunos mercados conllevaron un aumento del comercio ilícito de productos como el alcohol y las medicinas. Su impacto, afirman los expertos, influye negativamente en las economías nacionales y la salud de los propios consumidores.

Un grupo de expertos invitados el martes por el centro de estudios Atlantic Council habló sobre cómo la región puede asumir su transformación tras la pandemia.

Según Jeffrey Hardy, director general de la organización Transnational Alliance to Combat Illicit Trade (TRACIT, por sus siglas en inglés), hay factores que facilitan el comercio ilícito y uno de ellos es la ubicación de los países.

Tres de las zonas más notorias, son Colón, en Panamá; la Zona Especial, en Macao; Belice y Colombia, cuyas ubicaciones, según los estudios, sus ubicaciones “facilitan el aumento de los productos ilícitos como el alcohol y el tabaco”.

La investigadora Lilian Verena Hoenigsberg Krohn, consultora de Euromonitor International, aseguró que ha habido un aumento del 9,7% del consumo de bebidas espirituosas desde que se delcaró la pandemia a la fecha.

Según la pesquisa, dijo Hoenigsberg, el aumento ha sido de centenares de millones de litros alcohol puro, y las muestras arrojan que los países más afectados son Colombia, Brasil y México.

Según los expertos, la proliferación del mercado informal “abre las puertas a precios más baratos”, lo que trae como consecuencia que para la mayoría de los negocios ya no sean vías accesibles y los consumidores han buscado estos productos por otras vías.

Al existir un menor poder adquisitivo, el usuario promedio apela al mercado informal. “Hay riesgos de para la salud al consumir estas bebidas cuando son falsificadas, que pueden llevar a la muerte del consumidor, gente envenenada por el metanol”, dijo Hoenigsberg.

Otros desafíos

Los daños a los gobiernos, en cuanto a pérdidas fiscales por productos que están evadiendo impuestos, son cuantiosos, aseguran.

Hay un daño a toda la industria por las alteraciones y falsificaciones.

Para Bosco Martí, Director del Institutional Affairs and Communications, hay tres marcos desde los que analizar el impacto del comercio ilícito: el marco fiscal, la competencia justa y la seguridad y desafíos que representa para las economías nacionales.

Señaló que existe un impacto negativo en términos de que se reducen los servicios públicos, con la intención de mejorar la prosperidad, pero también, afirmó, se crea otro desafío contra los comerciantes y tradicionales.

Virginia Cervieri, cofundadora de Cervieri Monsuárez, una consultora jurídica con sede en Uruguay, resaltó que el mercado en línea durante la pandemia creció de modo exponencial y aun no ha concluido ese despegue.

Según sus cálculos, el aumento del intercambio comercial en Latinoamérica habría ido de 70% a 150% y con ello aumentó el comercio ilícito.

Antes de la pandemia, dijo, el 90% de los productos falsificados en Latinoamérica era zapatos y otros productos, ahora son teléfonos y sus accesorios, computadoras, vitaminas, y un gran número de medicinas falsificadas.