Rubio y Netanyahu dialogan sobre Gaza y los rehenes en medio de nueva ofensiva militar

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El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, mantuvo una conversación telefónica este sábado con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para abordar la situación en Gaza, tras el anuncio de una nueva ofensiva militar en el enclave palestino.
Según un comunicado difundido por la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, ambos discutieron "la situación en Gaza y sus esfuerzos conjuntos para asegurar la liberación de todos los rehenes que aún quedan".
Durante una entrevista con CBS, que se transmitirá este domingo, Rubio reiteró su respaldo a un cese al fuego: “Apoyamos el fin del conflicto, un alto el fuego. No queremos que la gente sufra como ha sufrido y culpamos a Hamás por ello, pero el hecho es que están sufriendo. En ausencia de un acuerdo, prevemos que Israel continuará con sus operaciones”, afirmó.
El funcionario dejó claro que Estados Unidos no tomará medidas que comprometan la seguridad de Israel, aunque expresó su disposición a explorar soluciones que conduzcan al fin del conflicto: “No haremos nada que pueda perjudicar a Israel ni a su seguridad, pero si es posible encontrar una solución que permita la liberación de más rehenes (…) y ponga fin a esta guerra, de manera que coloque al pueblo de Gaza en el camino de la paz y la prosperidad y lo libere de Hamás, exploraremos esa posibilidad”, agregó, aunque advirtió que aún “queda trabajo por hacer”.
Rubio fue enfático al señalar: “Si Hamás se rindiera, entregara sus armas, se desmilitarizara y liberara a todos los rehenes, incluidos los fallecidos, el conflicto terminaría. No puede haber paz ni prosperidad en Gaza mientras Hamás la gobierne por la fuerza de las armas”.
Estas declaraciones se produjeron un día después del lanzamiento de la operación “Carros de Gedeón” por parte del Ejército israelí, que, según un comunicado oficial, tiene como objetivos “la liberación de los rehenes y la derrota de Hamás”, así como “la conquista” de zonas estratégicas, el desplazamiento de la población civil hacia el sur y la interrupción del flujo de ayuda a grupos armados.
A pesar del apoyo a la defensa israelí, Washington expresó su preocupación por la situación humanitaria en Gaza. Durante su visita a Antalya, Turquía, Rubio aseguró que el gobierno de Donald Trump comprende el sufrimiento de los civiles y respalda la entrada de ayuda.
Como parte de ese compromiso, EE.UU. y Tel Aviv acordaron delegar en la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), una ONG respaldada por la Casa Blanca, la gestión de un nuevo sistema de distribución de asistencia, que debería comenzar a operar a finales de mayo. Durante sus primeros 90 días, se proyecta la distribución de unas 300 millones de raciones de alimentos.
No obstante, el plan ha sido criticado por parte de la comunidad internacional y la ONU, que considera que otorga a Israel un control excesivo sobre la asistencia. “La ONU tiene un plan, un plan excelente, listo para ser implementado en cuanto se nos permita realizar nuestro trabajo”, declaró el portavoz adjunto del secretario general de las Naciones Unidas, Farhan Haq. Agregó que ya tienen disponibles 171,000 toneladas de alimentos para ingresar al enclave y abastecer a la población durante cuatro meses.








