Unidas Podemos ha aparcado la cordialidad y la convivencia pacífica de dos socios de Gobierno para criticar y desmarcarse del PSOE a cuenta de la gestión y la decisión de Juan Carlos I de irse de España. Sin embargo, la defensa de Pedro Sánchez de la Corona, cerrando filas con la institución en nombre de todo el Ejecutivo, aglutinando pues a los cuatro representantes morados, sembró incomodidad en sectores de Unidas Podemos, lo que traslada presión a Pablo Iglesias para gestionar este asunto y mantener la coherencia en un Ejecutivo que ampara sin duda a la monarquía.

Los comunes, el sector catalán de Podemos que lidera Ada Colau, expresaron pronto su malestar por la posición defendida por Sánchez, desmarcándose de sus argumentos.

Desde Unidas Podemos se cargó desde el primer momento con dureza contra la decisión de Juan Carlos I, contra la gestión de su salida del país y se trató de conducir al Gobierno por este cauce. Frente a la mesura y la pausa impuesta entre los ministros socialistas, Pablo Iglesias calificó la situación de "huida" y presionó al PSOE advirtiendo de que "un Gobierno democrático no puede mirar hacia otro lado ni mucho menos justificar o saludar comportamientos que socavan la dignidad de una institución clave como es la Jefatura del Estado y que son un fraude a la justicia".

La pretensión era distanciarse de los socialistas, marcar perfil ante los suyos y envolver de republicanismo y agitación social el halo de institucionalidad que se presume a un partido de Gobierno. Pero todos esos esfuerzos encarnados por el propio Iglesias, Irene Montero o Alberto Garzón, fueron enterrados de un plumazo por Pedro Sánchez.

COLAU: "VERGÜENZA AJENA"

El presidente del Gobierno, sin mencionar expresamente a su socio de coalición, ejecutó un nítido correctivo: "El Gobierno que yo presido considera plenamente vigente el pacto constitucional". Y ante el debate que alientan los morados sobre la república y contra la actuación de la actual monarquía, tratando de avivar un referéndum, zanjó: "No se juzgan instituciones, se juzga a personas".

La posición del presidente del Gobierno removió cimientos en Unidas Podemos. Un sector clave como los comunes no dudaron en desmarcarse y criticar el posicionamiento de Sánchez. La propia Ada Colau, un sostén clave para Iglesias, afirmó: "Vergüenza ajena e indignación. Un ex jefe de estado presuntamente corrupto ha huido del país y el Presidente se limita a decir que qué bien q se ha ido y q las conversaciones son confidenciales. Vergüenza".

Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario Unidas Podemos, persona de la máxima confianza de Iglesias, se pronunció en la misma línea: "La comparecencia del presidente Sánchez ha sido decepcionante. Demuestra muy poco sentido crítico ante la huida indigna de quien fue jefe del Estado. La ciudadanía merece que las fuerzas de izquierda estemos a la altura".

Precisamente, fuerzas que Podemos define de izquierdas y con las que presiona al PSOE para pactar, como ERC y Bildu, sí movieron ficha este martes solicitando la comparecencia de la fiscal general del Estado para dar cuenta de su actuación en relación a la supuesta corrupción del entorno de la Familia Real; o pidiendo la convocatoria de la Diputación Permanente del Congreso con el siguiente asunto: Comparecencia de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo.

LAS EXIGENCIAS DE ANTICAPITALISTAS

Este mismo lunes, Izquierda Unida y el Partido Comunista de España, organizaciones a las que pertenece Alberto Garzón, volvieron a pedir al Tribunal Supremo investigar a Juan Carlos I por la presunta comisión de varios delitos, después de que este tribunal archivara una querella que presentaron ambos partidos en 2018 al no ver base para tramitarla.

Unidas Podemos afronta la tesitura de compatibilizar su ataque contra la Jefatura del Estado, la pasada y la actual, con su permanencia en un Consejo de Ministros en el que el partido mayoritario apuesta por cercenar cualquier debate sobre la institución y proclama que el Gobierno, aglutinando, claro está, en el concepto a los ministros de Unidas Podemos, defiende "plenamente el pacto constitucional".

"El Gobierno debe asegurar que el emérito cumple ante la justicia, devuelve lo robado y convocar un referéndum; si no tendremos que organizarlo desde abajo rompiendo los candados del 78", defendió este martes el eurodiputado Miguel Urban, uno de los fundadores de Podemos y referente de Anticapitalistas, corriente ya fuera del partido.

Desde Unidas Podemos no hubo reacción a la posición manifestada por Sánchez, que compareció tras un Consejo de Ministros que se prolongó durante toda la mañana de este martes, y al que se llegaba con las amenazas y el enfado de los morados por verse apartados tanto de la negociación con Ciudadanos como de la gestión del caso Juan Carlos.