Alex Ramírez de Marchena advierte sobre límites técnicos del Monorriel de Santiago

Alex Ramírez de Marchena, ingeniero y consultor en infraestructura vial y sostenible.
El ingeniero y consultor en infraestructura vial y sostenible, Alex Ramírez de Marchena, advirtió en el programa El Sol de la Tarde sobre los límites técnicos del Monorriel de Santiago, al considerar que aunque es un sistema moderno y visualmente atractivo, su diseño no debe forzarse más allá de los parámetros establecidos por los fabricantes.
Ramírez de Marchena explicó que hace varios años trajo al país una empresa suiza del Principado de Liechtenstein, especializada en este tipo de tecnología, cuyos técnicos evaluaron el terreno de Santiago y realizaron observaciones sobre la pendiente y las curvas del trazado.
“Yo hace años traje primero a una empresa suiza que son muy buenos, es del principado de Liechtenstein. Ellos vinieron a Santiago y lo recorrieron completamente, y siempre recuerdo que el técnico me dijo: aunque el Monorriel te diga que puede subir una pendiente de un 7 % o coger un radio de curvatura de 15 metros, nunca lo forces”, expresó el ingeniero.
“Nunca lo lleves al extremo porque te va a reducir la vida útil”

Ramírez de Marchena indicó que los técnicos extranjeros le advirtieron que el sistema debía operar dentro de márgenes seguros para evitar vibraciones y fallas estructurales. “Nunca lo lleves al extremo porque te va a reducir la vida útil y te va a vibrar”, recordó que le dijeron los especialistas suizos.
- Agregó que el Monorriel “es un equipo muy lindo, muy elegante”, pero insistió en que no está diseñado para soportar sobrecargas ni condiciones extremas, por lo que su uso debe regirse por estrictos estándares de ingeniería.
Considera que el proyecto no agrega valor urbano
- El consultor señaló que, aunque la obra tiene un valor estético y tecnológico, no necesariamente aporta valor urbano sostenible si no se integra de forma adecuada con el resto del sistema de transporte y la planificación de la ciudad.
Ramírez de Marchena reiteró que la estructura “no aguanta fuetes” y que, a diferencia del metro o el tren, “no hay hierro con hierro”, destacando las diferencias técnicas entre ambos sistemas y la necesidad de manejar el monorriel con precaución para garantizar su durabilidad y seguridad operativa.









