









bog406 colombia agricultura
EFE.- El Gobierno colombiano entregó este viernes más de 4.500 hectáreas en la región del Magdalena Medio (noreste) a víctimas del conflicto armado que fueron expulsadas de esa zona por la violencia ejercida, principalmente, por paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
«Estamos entregando estas 4.500 hectáreas, que ya desalojamos y sacamos a muchos ocupantes, delincuentes de oficio, de esas fincas», expresó el director de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), Felipe Harman, durante la ceremonia de entrega de estos terrenos en el municipio de Barrancabermeja.
De las 4.574 hectáreas que el Gobierno entregó hoy, 2.339 están ubicadas en el municipios de Cimitarra, en el departamento de Santander, y 2.335 en Puerto Berrío, en Antioquia, algunas de las cuales están en poder del Fondo de Reparación a las Víctimas y otras son propiedad de la Sociedad de Activos Especiales (SAE).
La disputa por la tierra para los campesinos representa una de las principales causas del conflicto armado colombiano en el que se calcula que entre siete y diez millones de hectáreas fueron adquiridas de manera fraudulenta o violenta por distintos grupos ilegales.
Para enfrentar esta desigualdad crónica, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, está decidido a impulsar la reforma agraria que se ha postergado durante décadas, algo que está estipulado en el acuerdo de paz que firmaron el Gobierno y la guerrilla de las FARC en noviembre de 2016.
Durante el acto, ANT y la SAE firmaron una promesa de compraventa de 8.032 nuevas hectáreas en el Magdalena Medio.
Con esto, el Gobierno ya está comprometido a entregarle 24.336 hectáreas a los campesinos y a las víctimas del conflicto de esa región.
Muchas de estas tierras, explicó el Gobierno, pertenecieron a paramilitares asociados a antiguos jefes de las AUC como Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias «Macaco»; Jorge Agudelo Gallego, alias «Ruso» y Carlos Mario Ospina Bedoya, alias «Tomate».
Estos bienes fueron incautados hace más de una década, pero eran ocupados y vinculados a familiares o personas cercanas a los grupos paramilitares que operaban en la región.
«Muchas de las tierras que rodean a Barrancabermeja (…) están en manos de testaferros, cuando fueron devueltas por el paramilitarismo. Han sido robadas por los funcionarios públicos de la Unidad de Víctimas», expresó Gustavo Petro en un discurso durante el acto.