Todo parece indicar que la división del PLD en 2019, -ese “morir de éxitos ahíto ya de tanto ganar siempre” que uno cuenta en “El Precio de Vencer”, (Dircom Editorial, 2021-) algo enseñó a los dirigentes de la organización y especialmente a Margarita Cedeño y a Abel Martínez.

Esta vez, los pronósticos de Mr. Murphy no acertaron, y lo que fuera un despiste de la Dra. Cedeño terminó convertido en una demostración improvisada (el video así lo muestra) de que tanto la doctora como Abel están preparados para ganar pero sobre todo para perder, que es el primer requisito para posteriormente, unidos, tener alguna posibilidad de alcanzar la victoria. (Las bases verdes y moradas de los dos PLD son una sola.)

En San Juan, Cedeño Lizardo penetró a una actividad que ella creyó era de la dirección del partido, y se encontró en el medio de un acto en apoyo a la candidatura de Martínez Durán. Ante el apuro, ocurrieron dos cosas que vale la pena destacar: La primera fue la manera respetuosa y hasta alegre con que el conductor de la actividad pasó el micrófono a la doctora; y la segunda, fue la forma espontánea con que, presentadas sus excusas, Cedeño aprovechó el escenario para enviar un mensaje de unidad partidaria, imagina uno, convencida de que sin unidad no hay victoria.

Colgado el video en las redes, el punto culminante fue la reacción de Abel al tuit de Margarita: “Los espacios de mi campaña son espacios de todos mis compañeros y de todos los aspirantes porque a partir del 16 de octubre, juntos, caminaremos en una sola dirección. Con el PLD… ¡Ganaremos!”

Así ocurrieron los hechos: un desliz de Margarita Cedeño al interrumpir una actividad de Abel Martínez, que en otros tiempos hubiera provocado una guerra de irrespetos y “mentadas de “mai del plei” entre los fanatizados seguidores de ambos, fue convertido en el mejor spot propagandístico por la unidad, que hará el PLD en los próximos años.

Uno se da por satisfecho, sabiendo que los miembros del Comité Político sentados debajo de la mata de limoncillos de la Cervantes, leyeron en círculo de estudios “El Precio de Vencer”, un manual de advertencias que aún no termino de pagar a Editora Búho.

Como los hombres, los partidos solo aprenden sufriendo, y nada tan doloroso para una organización política como salir del gobierno.